Tarta de bizcocho de cerveza negra

¡ Pues hay que probarla ! Porque el nombre engaña. Solo oir cerveza negra no se yo que sabor me imaginaba que iba a tener la tarta, pero el resultado fué una tarta muy suave que para nada sabe a cerveza. Este ingrediente lo que hace es hacerla más esponjosa y realzar el sabor del chocolate y no es para nada empalagosa. Me sobró un cachito que me lo comí al día siguiente y todavía estaba más buena. Por lo que la podeis hacer tranquilamente con un día de antelación si necesitais tenerla preparada. Os la aconsejo.

Ingredientes (12 raciones):

Bizcocho:

• mantequilla (para untar el molde)
• 250 g de harina de reposteria
• 75 g de cacao puro en polvo
• 400 g de azúcar
• 2 ½ ctas. de bicarbonato
• 250 g de cerveza negra
• 250 g de mantequilla en trozos (a temperatura ambiente)
• 140 g de nata con 35 % m.g.
• 2 huevos
• 1 cta. de vainilla líquida

Crema de cobertura:

• 300 g de queso cremoso (tipo Philadelphia ®)
• 150 g de azúcar glas
• 350 g de nata con 35% m.g.

Preparación:

Bizcocho:

1. Precalienta el horno a 180º. Unta con mantequilla y forra con papel de hornear un molde desmontable de Ø 24 cm.
2. En el vaso limpio y seco pon la harina , el cacao, el azúcar y el bicarbonato. Programa 15 seg. vel 7. Vierte en un bol y reserva.
3. Sin lavar el vaso, pon la cerveza negra y la mantequilla y programa 3 min, 50 º, vel 2.
4. Incorpora la nata, los huevos y la vainilla y mezcla 20 seg, vel 3.
5. Programa vel 3 sin programar tiempo y ves añadiendo por el bocal, poco a poco,  la mezcla reservada.
6. Vierte el contenido en l molde y hornea a 180º durante 50-60 min. Deja enfriar.

Crema de cobertura:

1. Cuando el bizcocho esté frío, prepara la crema. Pon en el vaso el queso cremoso y el azúcar glass y mezcla 10 seg, vel 5. Vierte en un bol grande y reserva.
2. Sin lavar el vaso, colaca la mariposa en las cuchillas. Vierte la nata y programa vel 3,5 (sin tiempo) hasta que la nata esté montada. Vierte la nata en el bol junto con el queso y mezcla con movimientos envolventes. Vierte la crema sobre la tarta, sin cubrir los laterares, y reserva en el frigorífico hasta el momento de servir (mejor de un día para otro).